miércoles, 12 de mayo de 2010

UNA ENSEÑANZA DIFERENTE Y MUY LLAMATIVA: SUMMERHILL

Hemos decidido pasar a hablar de otro tema interesante para nosotras y que hemos estudiado en clase. Nos parece muy interesante, y una manera diferente de ver la enseñanza, por lo que nos ha llamado mucho la atención, lo cual no quiere decir que estemos totalmente de acuerdo con su metodología. A continuación la describimos un poquito. La escuela Summerhill nace en Inglaterra, en una aldea a pocos kilómetros de Londres, en 1921. Está fuera de la ciudad, en el campo. Su creador fue Alexander Sutherland Neil, que quiso crear una escuela libre, una educación nueva, centrada en los intereses inmediatos del niño y, que hubiera un respeto mutuo entre profesor y alumno. En principio, la escuela era considerada solamente un lugar donde solo tenían cabida hijos de familias privilegiadas y donde los hijos tenían una gran libertad para hacer lo que quisieran, pero poco a poco se ha visto como una alternativa a la enseñanza tradicional, a la coacción y la autoridad.
En la escuela hay niños desde los cinco años hasta 18 años de edad y conviven en el internado tanto niños como niñas.
Actualmente, este colegio lo dirige la hija de Nill, Zoe, ya que éste murió hace 14 años.
En la escuela, hay un respeto mutuo entre profesores y niños. Los alumnos no sienten la necesidad de llamar la atención de los profesores, porque se tratan de igual a igual, y son muy maduros. Por tanto, no hay superioridad del maestro, pero parece ser que tampoco es necesaria, porque saben muy bien lo que está bien y lo que está mal. Nos puede parecer un poco caos que el profesor no se imponga ni exija a los alumnos cuando éstos hacen algo mal, pero por otra parte, lo que se pretende es que los propios alumnos sean capaces de distinguir qué es lo que hacen bien o mal, y poder ellos mismos corregir sus acciones. Entonces, no es necesario que los profesores les coaccionen y les regañen cuando hacen las cosas mal, al igual que no hay represiones. Puede ser que de esta forma aprendan a respetar a los demás, aprendan a madurar por sí mismos y no necesiten represalias para hacer las cosas bien. Por otra parte, en esta escuela no hay obligatoriedad de asistir a clase. Ésto ya no nos parece adecuado, porque si el niño no va a clase, entonces, ¿solo aprende de los libros?. Tal y como dice Nill, no hay que forzar al niño para aprender, sino que debe aprender por su cuenta, y ya buscará la manera de aprender cuando lo necesite, pero aún así el niño necesita de una motivación para aprender que muchas veces se la tendrá que dar el profesor y, también así se acostumbrará a tener unas normas para saber que durante la mañana debe ir a clase. En este colegio tampoco hay exámenes, excepto algunos oficiales. Esta cuestión de los exámenes sí nos parece adecuada, y estamos totalmente de acuerdo con su metodología, ya que en nuestra escuela los exámenes que hacemos solo nos valen para aprobar o suspender, pero no para aprender más. Los niños de nuestros colegios estudian para el examen porque saben que si no es así suspenderán, pero cuando salen del aula se les olvida todo. Lo mejor sería llevar a cabo una metodología en la cual el niño sean estimulados mediante actividades diarias sobre el temario, en la que se pueda evaluar diariamente al niño, sin tener que hacer un examen final.
En la próxima entrada seguiremos hablando sobre esta escuela tan poco común.

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